| Por: Martín Álvarez / Canarias Semanal |
La ofensiva israelí sobre el Líbano, Gaza y Yemen ha multiplicado las posibilidades de una situación explosiva de imprevisibles consecuencias en Oriente Medio, alimentando simultáneamente las tensiones regionales e internacionales, que no están siendo pocas en los días aciagos que vivimos.
Los ataques aéreos y terrestres de Israel dicen tener como objetivo el desmantelamiento el llamado Eje de Resistencia, una coalición de grupos islamistas apoyados por Irán, como Hizbulá, Hamás y los hutíes.
Pero ante esta ofensiva, surgen varios interrogantes sobre los auténticos propósitos de Israel, el papel de Irán y la respuesta de las potencias mundiales como Estados Unidos, Rusia y China. Además, la actitud de los países árabes y la situación en el terreno militar dan pistas sobre la posible evolución del conflicto.
Los objetivos ocultos de la ofensiva israelí
Israel ha redoblado su campaña militar en la región con la intención de debilitar a los grupos islamistas que considera una "amenaza existencial". Sin embargo, tras estos ataques se esconden objetivos geopolíticos más amplios.
La eliminación de figuras clave de Hamás en Gaza y Líbano, así como el bombardeo de infraestructuras hutíes en Yemen, son parte de una estrategia para asegurar la supremacía militar y política de Israel en Oriente Medio. A largo plazo, Israel busca redibujar el mapa de poder en la región, erosionando la influencia de Irán y consolidando su posición como principal actor militar.
Además, hay una dimensión interna en esta ofensiva. El gobierno de Netanyahu, enfrentado a una fuerte oposición política, intenta solidificar su poder mediante una guerra que moviliza a la opinión pública israelí en torno a la necesidad de seguridad. A nivel diplomático, las acciones militares buscan mantener el respaldo de Estados Unidos y evitar un vacío de poder que grupos islamistas puedan aprovechar.
La respuesta iraní y el papel de Estados Unidos
Estados Unidos, tradicional aliado e inspirador de Israel, ha expresado su preocupación por las posibles represalias iraníes tras los ataques israelíes. Irán, que lidera el Eje de Resistencia, ha mantenido una retórica de venganza, pero hasta ahora ha evitado una respuesta directa. Washington ha advertido que cualquier ataque iraní podría desencadenar una respuesta militar inmediata, lo que podría escalar el conflicto a una guerra regional. La postura de Estados Unidos refleja su compromiso con la seguridad de Israel, pero también su interés en evitar un conflicto abierto con Irán, que podría desestabilizar aún más la región.
Teherán había mantenido una cautela estratégica, consciente de que una guerra directa con Israel, apoyado por Estados Unidos, podría tener consecuencias desastrosas. En cambio, Irán podría optar por intensificar el apoyo a sus aliados en la región, facilitando ataques indirectos contra Israel a través de Hizbulá o los hutíes en Yemen. Esta guerra asimétrica, donde Irán actúa mediante intermediarios, es vista por algunos analistas como la táctica más probable de Teherán para evitar un enfrentamiento directo.
Este martes, sin embargo, Irán respondía finalmente con un ataque de al menos 240 misiles balísticos lanzados contra Tel Aviv y Jerusalén.
El ataque supone una escalada del conflicto en Oriente Medio, que ha empeorado significativamente en las últimas horas.
Durante un discurso televisivo, el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, calificó el ataque como "serio", y prometió que "tendrá consecuencias".
La agencia de noticias iraní Fars, citada por 'Al Jazeera', informó de que la Guardia Revolucionaria de Irán manifestó que el ataque contra Israel es una respuesta a las muertes de Ismail Haniyeh, exlíder de Hamás, y de Hasán Nasralá, exlíder de Hezbolá.
La misión iraní ante las Naciones Unidas, por su parte, defendió el lanzamiento de misiles del país contra Israel, calificándolo de respuesta a "actos terroristas" de Israel, en un momento en que el Estado judío ha intensificado en los últimos días su ofensiva militar contra Hezbolá.
Las posturas de Rusia y China
Tanto Rusia como China han mantenido una actitud relativamente distante respecto al conflicto, pidiendo una solución diplomática y evitando un involucramiento militar directo. Rusia, que tiene intereses en Siria y mantiene relaciones con el gobierno iraní, se encuentra en una posición delicada. Mientras apoya a sus aliados en la región, también busca evitar un enfrentamiento directo con Israel, con quien ha mantenido acuerdos de no interferencia en el pasado.
China, por su parte, ha optado por una diplomacia más neutral, centrada en mantener la estabilidad económica y política de la región, ya que Oriente Medio es crucial para sus proyectos de inversión en infraestructuras y suministro energético. Aunque ambos países han condenado la violencia, su principal interés es tratar de evitar una mayor escalada que pueda afectar sus intereses estratégicos, tanto económicos como geopolíticos.
Hizbulá frente a la ofensiva israelí
Hizbulá, el poderoso y organizado grupo armado libanés respaldado por Irán, ha sido uno de los principales objetivos de la ofensiva israelí en el sur del Líbano. A pesar de la reciente muerte de su líder Hassan Nasrallah, Hizbulá ha dejado claro que no está dispuesta a retroceder. Su segundo al mando, Naim Qassem, ha asegurado que las fuerzas de resistencia están preparadas para enfrentarse a una invasión terrestre israelí.
Aunque Hizbulá ha sufrido importantes pérdidas, conserva una capacidad significativa para librar una guerra de guerrillas. Su conocimiento del terreno y su arsenal de misiles continúan representando una amenaza considerable para las tropas israelíes. Además, la organización sigue contando con un fuerte apoyo popular en el Líbano, lo que dificulta cualquier intento de Israel de consolidar una ocupación en el sur del país.
La respuesta de los países árabes
Los países árabes han respondido de manera desigual a la agresión israelí. Arabia Saudita, que ha mantenido conversaciones con Israel en el pasado, ha condenado la violencia, pero hasta ahora ha evitado una acción directa. Su prioridad es mantener la estabilidad interna y proteger sus relaciones con Estados Unidos, así como sus recientes esfuerzos por normalizar las relaciones con Israel a través de los Acuerdos de Abraham.
Egipto, que ha jugado tradicionalmente un papel de mediador en los conflictos de Gaza, ha llamado a un alto el fuego, preocupado por las posibles repercusiones en su frontera con la Franja de Gaza. Por otro lado, Qatar y Jordania han condenado con dureza las acciones israelíes, apoyando a los palestinos y criticando la inacción internacional. Sin embargo, ninguno de estos países ha demostrado interés en involucrarse militarmente, prefiriendo mantener la estabilidad interna.
Escenario futuro: la correlación de fuerzas en Oriente Medio
A corto plazo, es probable que Israel mantenga la presión militar sobre Gaza y el sur del Líbano, buscando desmantelar las infraestructuras militares de Hamás y Hizbulá. Sin embargo, la guerra asimétrica que libran estos grupos, con el apoyo indirecto de Irán, complicará seriamente cualquier victoria rápida de Israel. La intervención de Estados Unidos será clave para evitar que el conflicto se extienda a otros países de la región, como Siria o Irak, donde las milicias proiraníes
La ofensiva israelí ha desatado una nueva ola de violencia en Oriente Medio, intensificando un conflicto que lleva décadas en desarrollo. Si bien Israel ha logrado algunos éxitos tácticos, los desafíos que plantea la resistencia de Hizbulá, el respaldo de Irán y la compleja red de actores regionales hacen que una victoria definitiva sea extraordinariamente difícil de alcanzar.
A nivel internacional, las grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China pueden desempeñar un papel clave en la contención del conflicto, pero la situación en el terreno sigue siendo volátil, con consecuencias impredecibles para la región y el mundo.
FUENTES:
- Al Mayadeen – Medio árabe que proporciona análisis de la situación en Gaza, Líbano y el papel de los actores regionales como Hizbulá y los hutíes en Yemen: Al Mayadeen.
- Middle East Monitor – Análisis sobre la intervención israelí y las implicaciones políticas y militares: Middle East Monitor
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